La guitarra: Se trata del archiconocido instrumento de cuerda compuesto por una caja de madera a modo de óvalo estrechado en el centro con un agujero circular en medio de la tapa, seis clavijas en lo alto del mástil servirán para templar las cuerdas, aseguradas en un puente fijo en la parte inferior de la tapa.Su afinación más común es Mi-Si-Sol-Re-La-Mi pudiendo ésta variar según lo requerido.
La bandurria: Instrumento similar a la guitarra pero de muy inferior tamaño y de una forma más estrecha en la zona que se junta con el mástil. Actualmente tiene doce cuerdas pareadas. Las cuerdas, actualmente metálicas las doce, entorchadas las seis superiores se sitúan sobre un mástil de catorce trastes metálicos. La bandurria se toca con púa. Es un instrumento del folklore tradicional que desde la edad media ha ido evolucionando, tanto en la forma de su caja como en el material y número de sus cuerdas, que parece haberse estabilizado actualmente.
El timple: Instrumento propio del folklore canario, de forma similar a la de la guitarra aunque de tamaño mucho más pequeño. Tiene una afinación particular Re-La-Mi-Do-Sol que no responde al sistema de afinación tan común en todos los instrumentos de cuerda. Su pequeño mástil se trastea de muy variada forma dependiendo del artesano, existiendo incluso timples con sólo cinco trastes. Admite tocarlo rasgueando o punteando con la mano derecha y su colaboración es fundamental en la interpretación de ritmos canarios como la isa, folía, polka, seguidillas, saltonas, tajarastes...
La mandolina: Compuesta por cuatro cuerdas dobles extendidas sobre un diapasón y que están sujetas al extremo inferior de la caja armónica mediante una cola de madera. Para hacer que las cuerdas vibren, se emplea la técnica de punteo, para la cual se utiliza una púa que se sostiene entre los dedos pulgar e índice.
Laúd: Instrumento que se toca punteando o hiriendo las cuerdas, su parte inferior en principio es cóncava, con muchas tablillas como costillas. La caja sonora, redondeada tiene en su tapa diversos agujeros no necesariamente redondos. Aunque en principio el número de cuerdas es de catorce, en la actualidad en la mayor parte de ellos se emplean doce agrupadas en pares. El sonido es similar al de la bandurria, aunque de timbre más grave , mas potente y lleno.